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Bienestar y Control: La Clave de la Flexibilidad

El concepto de control en nuestras vidas está profundamente arraigado en la creencia de que podemos influir en los resultados de nuestras acciones de manera exacta y predecible. Sin embargo, al analizar esta idea, nos damos cuenta de la existencia de innumerables variables fuera de nuestro control. En este contexto, la búsqueda del control puede llevar a altos niveles de frustración, estrés y problemas interpersonales, afectando nuestro bienestar.

La Adicción al Control

Los seres humanos tendemos a querer controlar todo a nuestro alrededor, creyendo que nuestra forma de hacer las cosas es la correcta. Esto se manifiesta en frases comunes como “yo nunca me equivoco” o “siempre lo he hecho de esta forma y siempre funciona”. Esta mentalidad ignora la realidad de que no controlamos nada completamente y nos predispone a la frustración cuando las cosas no salen como planeamos.

Reflexionando sobre el Control

Aceptar que no podemos controlar todo puede aumentar la incomodidad y el miedo a la incertidumbre. Nuestra mente crea la ilusión de control para compensar este miedo, pero mantener esta creencia no es beneficioso a largo plazo. La frustración es una señal de que estamos tratando de controlar y sugiere que debemos flexibilizar nuestra actitud.

El Impacto del Control en la Infancia

En nuestros primeros años de vida, no teníamos miedo a la incertidumbre y disfrutábamos de la sorpresa del desenlace de las situaciones. Sin embargo, a medida que crecimos, fuimos condicionados por la sociedad y los adultos a creer en la causa y efecto absolutos: “el que quiere, puede”, “si estudias, te irá bien”. Estas creencias se convierten en programas inconscientes que filtran nuestra percepción de la realidad y nos predisponen al control y la frustración.

El Camino hacia la Flexibilidad

La clave para reducir la frustración y aumentar el bienestar es desarrollar la flexibilidad. No se trata de ser pasivo, sino de apuntar a lo mejor posible, tener planes alternativos y evitar el desgaste emocional al cambiar de planes. El desgaste emocional es una señal de que aún necesitamos internalizar los conceptos de dejar ir y soltar.

Pasos para Desarrollar la Flexibilidad

  1. Aceptar: Reconocer que intentamos controlar muchas situaciones y que esto nos frustra. Ejemplo: “Hola, soy Juanita y tiendo a querer controlarlo todo”.
  2. Identificar: Reconocer momentos en los que estamos intentando controlar. La frustración es la emoción que nos avisa de esto y nos sugiere flexibilizar.
  3. Analizar: Reflexionar sobre por qué tendemos al control y qué ganamos con ello.
  4. Demonizar el Control: Hacer una lista de los aspectos negativos del control y los positivos de la flexibilidad.
  5. Conclusiones: Preguntarnos, si fuéramos un papel en blanco, ¿elegiríamos control o flexibilidad?
  6. Crear una Frase: Resumir todo en una frase y usarla cuando sintamos frustración.

Conclusión

Desarrollar la flexibilidad y dejar ir el control son pasos esenciales para mejorar nuestro bienestar. Al aceptar que no podemos controlar todo y aprender a adaptarnos, reducimos la frustración y el estrés, mejorando nuestras relaciones y nuestra salud mental. La flexibilidad nos permite enfrentar la vida con una perspectiva más abierta y resiliente, contribuyendo significativamente a nuestro bienestar general.

Recursos Externos

Para obtener más información sobre cómo mejorar tu bienestar y desarrollar la flexibilidad, puedes visitar los siguientes enlaces:

Josefina Correa Villalon

Psicóloga Clínica

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