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Cuando la Ansiedad No Te Deja Dormir: Qué Puedes Hacer para Encontrar Calma

¿Te ha pasado que llega la noche y, en lugar de descansar, tu mente empieza a correr a mil por hora? Esa sensación de no poder parar de pensar, de sentirte triste sin razón o simplemente no tener ganas de nada durante el día, a menudo se intensifica cuando intentas dormir. La ansiedad nocturna es real y afecta a muchísimas personas, convirtiendo el momento de descanso en una batalla. Pero no estás solo, y hay herramientas para ayudarte

¿Por qué la Ansiedad Ataca en la Noche?

Cuando el día termina, las distracciones disminuyen y nuestra mente, que quizás estuvo “ocupada” esquivando pensamientos durante horas, aprovecha el silencio para sacar todo a la luz. Preocupaciones del trabajo, deudas, relaciones, incertidumbres futuras… todo parece magnificarse en la oscuridad. El cuerpo se tensa, el corazón se acelera y la cama, en lugar de ser un refugio, se convierte en un lugar de estrés. Es un círculo vicioso: la ansiedad impide el sueño, y la falta de sueño aumenta la ansiedad.

Estrategias Prácticas para Calmar la Mente

Si te preguntas cómo calmar la ansiedad para poder dormir, aquí te dejamos algunos consejos que puedes empezar a aplicar desde hoy:

1. Rutina de Relajación Pre-Sueño (20-30 minutos antes): Evita pantallas (celular, tablet, TV) al menos media hora antes de acostarte. En su lugar, opta por leer un libro (físico), escuchar música suave, darte una ducha tibia o practicar estiramientos ligeros.

2. Escribe tus Preocupaciones: Antes de ir a la cama, dedica 10 minutos a escribir en un cuaderno todo lo que te agobia. Saca de tu cabeza lo que te preocupa, “depositándolo” en el papel. Esto ayuda a que tu mente no intente “recordar” todo mientras intentas dormir.

3. Respiración Consciente: Acuéstate y concéntrate en tu respiración. Inhala profundamente por la nariz contando hasta 4, retén el aire contando hasta 7, y exhala lentamente por la boca contando hasta 8. Repite esto varias veces. Es una técnica sencilla y muy efectiva para bajar el ritmo cardíaco y calmar el sistema nervioso.

4. Crea un Ambiente Ideal: Asegúrate de que tu habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura agradable. Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia en la calidad de tu sueño.

5. Evita Estimulantes: Café, té, bebidas energéticas y comidas pesadas por la noche pueden sabotear tu sueño. Intenta evitarlos horas antes de dormir para facilitar el descanso.

No Estás Solo: Busca Apoyo Profesional

Recordar que “no estás solo” es el primer paso. Es normal sentir ansiedad, pero cuando afecta tu descanso, es una señal importante que no debes ignorar. Date permiso para sentir, pero también para buscar soluciones.

Si estas sensaciones persisten y sientes que la ansiedad está tomando control de tus noches y tus días, afectando tu calidad de vida, recuerda que buscar apoyo profesional es un acto de valentía y autocuidado. Un psicólogo puede ofrecerte las herramientas y el acompañamiento que necesitas para gestionar la ansiedad y volver a disfrutar de noches de sueño reparador. En ICNC estamos para escucharte.

Si este artículo te ha sido útil, compártelo con quienes creas que podrían necesitarlo, para que también logren encontrar la calma en sus noches y así mejorar su bienestar.

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