La crianza consciente se basa en la atención plena y la sensibilidad hacia las necesidades emocionales y físicas de nuestros hijos. Un ejemplo revelador es la historia de María, una niña de 3 años que, tras una noche de pesadillas, se enfrenta a una mañana difícil tanto para ella como para su madre. La falta de comunicación y comprensión de su madre sobre el origen del malestar de María resultó en una experiencia estresante para ambas.
La Importancia de la Sensibilidad en la Crianza
La respuesta de un cuidador ante el estrés de un niño puede influir significativamente en el bienestar del pequeño. A menudo, los adultos interpretan las conductas de los niños basándose en sus propias percepciones, sin considerar las limitaciones del desarrollo emocional y verbal de los niños. Una respuesta sensible y consciente puede ayudar a regular el estrés del niño de manera más efectiva, creando un entorno de comprensión y apoyo.
Comunicación y Apoyo Mutuo
Para fomentar una crianza consciente, es crucial mantener una comunicación fluida con todos los cuidadores involucrados en la vida del niño. Compartir información sobre los hitos importantes y el estado emocional del niño permite una mejor comprensión de sus necesidades y una respuesta más adecuada.
Autocrítica y Reflexión
Los cuidadores deben evitar asumir un rol omnipotente y, en su lugar, ser autocríticos y reflexivos. Esto implica revisar constantemente nuestras acciones, pensamientos y sentimientos en la interacción con el niño, haciendo ajustes necesarios para mejorar la sintonía con sus necesidades. La crianza no debe llevarse a cabo en piloto automático; requiere atención consciente y continua.
Aprender y Crecer en Comunidad
La crianza consciente se beneficia enormemente del apoyo comunitario. Compartir responsabilidades y buscar redes de apoyo, como parejas, amigos, vecinos y familiares, es fundamental. Estas redes no solo proporcionan ayuda práctica sino también el soporte emocional necesario para enfrentar los desafíos de la crianza.
Sanar Nuestras Propias Heridas
Para cuidar de nuestros hijos de la mejor manera posible, debemos también cuidar de nosotros mismos. Esto incluye sanar las heridas de nuestra propia infancia para no transmitirlas a nuestros hijos y estar en constante formación y aprendizaje sobre la crianza.
La Importancia de la Humildad
Es importante aceptar que no existe una única solución a los problemas de crianza y que cometeremos errores en el camino. La humildad y la disposición a aprender y mejorar continuamente son esenciales para una crianza consciente y efectiva.
Conclusión
La crianza consciente se centra en la atención plena, la comunicación y el apoyo mutuo, la autocrítica y la humildad. Al adoptar estos principios, podemos crear un entorno de amor y comprensión que favorezca el desarrollo saludable de nuestros hijos. La crianza es un desafío complejo y continuo, pero con una actitud consciente y abierta, podemos convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos para ellos.
Recursos Externos
Para obtener más información sobre la crianza consciente, puedes visitar los siguientes enlaces:
- Psicología y Mente – Cómo desarrollar una crianza consciente
- Mejor con Salud – Consejos para una crianza consciente
Ps. Bernardita Laso Sotomayor
Psicóloga Clínica de Niños(as) y Adolescentes
Socia de MI CANGURO SpA. Cuidado y Crianza Respetuosa.
Que cierto!!